Cada una de las 1,200 botellas de Don Julio 1942 Edición Wixárika está pensada para quienes disfrutan de un extraordinario tequila y son amantes del arte mexicano. Si eres de los que les gusta coleccionar piezas de arte y botellas especiales, la edición Wixárika no debe faltar en tu colección.
Don Julio 1942 fue creado para celebrar ocasiones especiales. Este tequila requiere de un gran trabajo al detalle, el tiempo adecuado para esperar la maduración perfecta del agave, los meses exactos de añejamiento para trazar el perfil que caracteriza al producto. De la misma forma, los artesanos wixaritari (plural de wixárika) de la Sierra del Nayar han impreso en cada trazo el respeto y el amor por la tierra.
Cada botella, hecha totalmente a mano, implica tres días completos de trabajo. Sus trazos representan los sueños que son posibles de lograr con el trabajo arduo; ahí están presentes también el respeto y el amor por cada uno de los miembros de su comunidad, que crean, transforman y trascienden en colectivo.
OFRENDA QUE TRASCIENDE
La técnica que utilizaron los artistas para cubrir cada botella es una adaptación del método que emplean para crear ofrendas —realizadas con hilos unidos a una tabla con cera de Campeche—. Para esta colaboración, recurrieron al pegamento epóxico para que la pieza fuera menos vulnerable al traslado.
NOTAS DE CATA
Por su tiempo en barrica y el tipo de la misma, tiene agradables aromas a vainilla, caramelo, miel silvestre, piña, roble, frutos secos y algunas notas ligeramente especiadas. Tiene un bouquet de chocolate amargo y un final prolongado en el paladar que van bien con platillos mexicanos.