Con sus inconfundibles botellas metalizadas, los Proseccos y Vinos Espumosos de Bottega llenan de glamour los momentos y resaltan lo mejor de la gastronomía.
Lo que distingue a los vinos de Bottega es su frescura incomparable. Para lograrla, esta bodega italiana ha perfeccionado cuatro siglos de procesos. Las uvas, pocos minutos después de haber sido cosechadas, se llevan a la bodega para conservar su calidad. De inmediato se prensan de manera muy suave para extraer los compuestos esenciales que le darán al vino cuerpo y estructura.
El mosto obtenido se mantiene a baja temperatura en depósitos de acero y se depura de sustancias que puedan desarrollar aromas desagradables. La fermentación se realiza parcialmente a partir del mosto, cuyas levaduras naturales son cruciales para la calidad del vino. Este proceso dura unos 40 días y se realiza a una temperatura controlada de 14 a 15 ºC con la adición de levaduras seleccionadas.
UNA LÍNEA COMPLETA
En 2005 apareció en el mercado italiano el célebre Bottega Gold, un Prosecco caracterizado por la botella con librea dorada. Su éxito puso a la marca bajo los reflectores, dando un impulso a toda su línea de Espumosos y Proseccos, tres de los cuales están presentes en Bodegas Alianza.
Bottega Gold, elaborado con uvas Glera, es excelente como aperitivo y en cocteles. Se marida bien con entradas, platos ligeros de mariscos o pasta, pescados crudos o al vapor, carnes blancas a la plancha o simplemente platos de verduras frescas o cocidas.
Bottega White Gold, mezcla de Glera, Chardonnay y Pinot, es un gran aperitivo. Armoniza con platillos a base de pescado o verduras, es perfecto para acompañar risotto de mariscos, pescados a la parrilla, frutos del mar o carnes blancas.
Otro buen aperitivo es Bottega Rose Gold, elaborado con uvas Pinot Nero. Gracias a su versatilidad, es un perfecto acompañante para ensaladas con arroz o quinoa, tartas saladas, vegetales salteados, hummus de garbanzo y crudités.
PROSECCO BAR
Los refinados consumidores italianos comparten un rasgo muy interesante con los mexicanos: aman la fiesta, disfrutan plenamente las reuniones durante el día y les encanta gozar la noche. Ejemplo de lo anterior es Prosecco Bar, que desde su nacimiento en 2014 se ha propuesto celebrar la filosofía del bacaro veneciano, combinando la cocina local de Venecia y la italiana con los vinos y licores de Bottega. Hoy en día cuentan con 32 locales en todo el mundo, ubicados en aeropuertos, cruceros y hoteles.
La cultura del vino siempre ha sido parte integral de la historia y tradición de la familia Bottega. Tan es así que Sandro Bottega publicó el libro 100 platos de Prosecco, que combina este vino con recetas que van desde aperitivos hasta carnes, pescados y postres.