Además de su espléndida cocina, Bulla también destaca por su carta de vinos, meticulosamente curada por el sommelier Andrés Amor, que ofrece una amplia variedad de opciones, incluyendo vinos españoles menos conocidos pero igualmente deliciosos. La selección tiene como filosofía alejarse de los vinos que ya todos conocemos. El resultado es una oferta de más de 50 etiquetas provenientes de regiones tan diversas como Valencia, Alicante, Navarra o Castilla, así como de algunas regiones mexicanas como Querétaro. Sobre todo, Bulla no quita el dedo del renglón cuando se trata de ofrecer vinos con una excelente relación precio-calidad, tanto en cavas y vinos blancos y tintos, como en el resto del menú de bebidas.
En cuanto a los platos favoritos de Pedro Martín en Bulla, menciona aquellos que le recuerdan los bares españoles, como la oreja frita con salsa brava o la tortilla de patatas, que les tomó bastante tiempo de investigación para perfeccionar: “Nos hemos tomado años buscando la papa. Antes la importábamos de Estados Unidos, pero hemos encontrado una región en México que tiene características parecidas a los altos de Perú. Viajamos muchísimo por toda la república hasta que dimos con la papa correcta”.
Martín destaca la importancia de buscar siempre el mejor producto disponible y trabajar en colaboración con proveedores locales y extranjeros para ofrecer una experiencia culinaria excepcional a sus clientes.