En Veracruz, a tan solo 45 kilómetros del puerto, se encuentra Chachalacas, un pequeño paraíso donde las dunas y el mar crean un escenario de película (no es exageración: algunas cuantas han sido filmadas en esta locación). Las colinas de arena ocre, conocidas como El Sabanal, ofrecen una vista difícil de olvidar, pero este lugar no es solo para verse. Con sus pendientes de hasta 70 metros de altura, las dunas son ideales para practicar sandboard. Este deporte, nacido en Brasil a mediados del siglo XX, te permite disfrutar de una dosis de adrenalina mientras admiras vistas espectaculares del océano.
Después de la aventura, nada mejor que relajarse con un paseo por la playa o disfrutar de la gastronomía local, famosa por sus ceviches, camarones enchipotlados y pescado empapelado. Chachalacas también ofrece cercanía a otros puntos de interés, como la zona arqueológica de Zempoala. Este equilibrio entre calma y aventura hace de Chachalacas un destino perfecto para quienes desean escapar del invierno sin renunciar a la emoción.