Galicia, tierra de mar bravío y tradiciones profundas, ha sido cuna de los mejores conserveros del mundo. A orillas del Atlántico, generaciones de familias han perfeccionado el arte de preservar los tesoros del mar en latas, con paciencia, respeto y saber hacer. En este contexto nace Latería Peperetes, fundada a principios de los años noventa por Jesús Lorenzo y su esposa María Antonia Paz con una visión clara: transformar la conserva en una experiencia gourmet.
Jesús Lorenzo, heredero del linaje de los primeros conserveros gallegos, apostó por una propuesta audaz: dignificar la comida enlatada, llevar el mejor marisco de Galicia al mundo y convertir cada lata en una auténtica delicatessen. Nombró a esta noble empresa Peperetes, palabra que en el habla popular gallega alude a algo sabroso, especial y deseado. Y ese apelativo le queda a la perfección.
Desde su obrador artesanal en el pueblo marinero de Carril, Peperetes elabora cada conserva con un proceso que honra el tiempo y la tradición. La selección de pescados y mariscos se realiza directamente en las mejores lonjas gallegas, eligiendo solo ejemplares frescos y de calidad suprema. Una vez en el obrador, cada pieza es tratada con máximo cuidado antes de ser acompañada por salsas caseras, hechas únicamente con ingredientes naturales y de proximidad.
No es extraño que Peperetes, con su cuidadoso método y su presentación elegante, haya sido responsable de darle una nueva categoría a la comida enlatada, lejos del prejuicio que la ubicaba como solo un producto de subsistencia en momentos de aprietos económicos.