Al norte del país, en Baja California, se encuentra Ensenada, la zona de mayor actividad vitivinícola en México, ya que en este destino se produce más del 85% del vino nacional.
Esta sorprendente y diversa región tiene cerca de 15 zonas vinícolas con terroirs (término francés que engloba climas, suelos, vientos y lluvia) muy variados, lo que hace que cada una de ellas produzca vinos con un sello particular que los distingue del resto de los que se elaboran en la misma zona y en el mundo. Parte de este distintivo es la nota salina que proviene de su suelo y que le otorga un carácter único. Además, por su cercanía con el océano Pacífico, cuenta con un clima mediterráneo: lluvias en invierno y veranos secos y cálidos, lo que genera cosechas de muy buena calidad.
Uno de los valles más conocidos es el Valle de Guadalupe, donde se encuentran la mayor parte de las bodegas. Sin embargo, Santo Tomás, San Antonio de Minas, San Vicente, Ojos Negros, entre otros, también son valles de gran importancia, pues conforman la famosa Ruta del Vino.