Fondillón Luis XIV es una bodega alicantina con una historia como ninguna otra. En 2017, en un pequeño pueblo de las montañas de Alicante ocurrió un hallazgo excepcional. Una antigua bodega que elaboraba el tradicional vino Fondillón había cerrado sus puertas en los años sesenta y, desde entonces, su sala de toneles del siglo xix había permanecido cerrada e inalterada. Al enterarse del descubrimiento, la bodega Fondillón Luis XIV inició el proceso de recuperación y certificación de esos vinos venerables en los que se unen dos valiosos tesoros: la antiquísima madera de roble americano de los toneles centenarios y la extraordinaria vejez de los vinos de solera que contienen.
La bodega utiliza los toneles centenarios para criar durante largos años el vino Fondillón, un elixir tradicionalmente alicantino, hoy mítico y muy escaso, elaborado 100% con uva Monastrell. Por sus notas amables y profundas a cacao, frutos secos y madera noble, son muy apropiados como vinos de sobremesa. Es tan alta su calidad que se convirtió en el favorito de la nobleza europea, especialmente de Luis XIV de Francia, el Rey Sol. De ahí que la bodega haya integrado su simbolismo al nombre de la marca.
CRIANZA NOBLE
La receta del Vermut procede de la antigua tradición mediterránea. A un vino blanco, suave y neutro se le añaden cítricos y botánicos que se han macerado en alcohol. Además, se le agrega azúcar para equilibrar el amargor de ciertos botánicos, como el ajenjo, que es fundamental en esta bebida.
Como productores de vino añejo de Monastrell, Fondillón Luis XIV pensó que era una buena idea utilizar este tipo de vino para darle un toque de profundidad y complejidad al típico Vermut. Los vinos viejos de Monastrell tienen una capacidad muy especial de envejecimiento noble, y en boca eso se traduce en una bebida con gran persistencia y aromas muy atractivos.
Vermut Luis XIV utiliza una mezcla de vino blanco de la variedad local Macabeo y vino tinto añejo de Monastrell, procedente de viejos viñedos cultivados de forma muy tradicional, sin riego y en un clima seco extremo. Este terreno proporciona vinos muy concentrados y con alta graduación natural que tienen la capacidad de envejecer de forma muy noble. Estos vinos de Monastrell maduran en los viejos toneles centenarios de gran capacidad, que apenas ceden sabor al vino, pero consiguen un punto de afinación inmejorable.
Las hierbas aromáticas que componen el Vermut crecen de forma silvestre en la montaña alicantina, por ello se convirtió en parte de la cultura gastronómica del Mediterráneo. Es común ver a las personas reunidas en terrazas o bares conversando frente a un vaso de vermú. Lo más frecuente es beberlo derecho, con hielo y una cáscara de naranja.
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