El relanzamiento de Luxardo en México ya es una realidad, y la marca está trabajando con mixólogos para crear versiones originales de los cocteles clásicos, pero enfocadas al paladar y al carácter mexicano.
Luxardo Maraschino Originale es el producto estrella de la marca. Su clásica botella se sigue protegiendo con el trenzado de paja hecho a mano. Las cerezas se recogen al inicio del verano y la pulpa, el hueso, la piel, las ramas y las hojas se ponen en una maceración de hasta tres años. Con toques de chocolate, vainilla y mermelada de fresa, es ideal como digestivo o en cocteles como el Aviation, el Manhattan o el Martínez.
Sangue Morlacco, el segundo producto icónico de la marca, es de color oscuro y sabor intenso y aterciopelado. Destaca el sabor del chocolate amargo y es ideal para cocteles de otoño e invierno.
Más de un experto sabe que las cerezas maraschino son las mejores para coctelería: sin colorantes ni saborizantes artificiales, piel firme, aroma sutil y pulpa que se funde en la boca. El jarabe también es perfecto para endulzar postres.
Favorito de reyes y escritores
El licor de cereza Luxardo no solo era el favorito de emperadores como Nicolás I Romanov y la reina Victoria de Inglaterra, también los poetas e intelectuales cedieron a sus encantos. El escritor Ernest Hemingway, durante su estancia en La Habana, Cuba, era habitué del bar Floridita, donde los barmans servían el famoso daiquirí. Una evolución de este trago es el Hemingway Special, que además de ron, jugo de toronja y de limón, lleva Luxardo Maraschino Originale.
Después de seis generaciones, dos guerras mundiales y muchos desafíos, Luxardo llega a México para demostrar por qué sus licores y cerezas son una carta de amor a la tradición y a la familia.