A tan solo una hora de Celestún, Motul nos recibe con su rica historia y su vibrante cultura. Este pintoresco pueblo es famoso no solo por su arquitectura colonial sino también por su contribución a la gastronomía yucateca. Aquí se encuentra el icónico mucbilpollo. Esta delicia local, preparada con pollo adobado y cocido lentamente en hojas de plátano, es una experiencia culinaria que no puedes perderte.
Además del mucbilpollo, Motul es también la cuna de los huevos motuleños. Fueron creados en 1921 por el chef Jorge Siqueff, dueño del restaurante Siqueff. Para quien no los conozca, los huevos motuleños llevan una base de tortilla bañada en frijoles refritos, seguida de huevos estrellados y una salsa de tomate con jamón, chícharo, plátano frito y chile habanero. Un auténtico festín peninsular.
Motul destaca también por su conexión con la historia. Un buen lugar para comenzar es la iglesia de San Juan Bautista, de estilo sobrio y elegante y con un altar neoclásico muy bien preservado. Un paseo por sus calles empedradas te lleva a descubrir la arquitectura colonial que alberga historias del auge henequenero, con fachadas que aún conservan la grandeza de aquella época. No te pierdas la oportunidad de visitar el mercado, donde se respira la esencia de la vida cotidiana de un Motul que se niega a perder sus raíces.