Esta historia comienza en un monasterio escocés y termina en una barrica tequilera. Chivas Regal Extra 13 es una mezcla afortunada.
Por Selene Mazón
Entre Jalisco y Escocia hay más de 8,500 kilómetros de distancia. Más de 10 horas de viaje en avión. Y siglos de historias únicas y diferentes. Sin embargo, ambas regiones comparten un elemento en común: la elaboración tradicional y cuidadosa de destilados —el tequila y el whisky escocés— que han atravesado fronteras y se han colocado entre las favoritas de todo el mundo sin importar la ocasión. Lo que durante muchos años fueron dos experiencias de consumo distintas, este año convergen en una sola presentación, Chivas Extra 13, selectivamente terminado en barricas de tequila, una muestra de cómo, con total respeto a la producción tradicional, siempre hay espacio para la creatividad.
Chivas Regal Extra 13 pertenece a una nueva colección con una propuesta innovadora: el añejamiento de su base en diferentes tipos de barricas, en este caso de tequila. El resultado es un blended scotch whisky 100 % con la influencia de sabores y aromas mexicanos: notas herbales, frutales y cítricas, provenientes del agave. El experimento fue posible gracias a que, en 2019, la Scotch Whisky Association relajó la normativa alrededor del uso de barricas de afinado. Ahora no hay límite a la creatividad.
“Mezclamos lo extraordinario de las tierras altas escocesas con lo mejor de las tierras altas de Jalisco”, dice Alejandro Millán, Keeper of the Quaich y Scotch Whisky Brand Ambassador.
La presentación de Chivas Extra 13 es una apuesta para llegar a audiencias más jóvenes, pero sobre todo se trata de la puerta de entrada a un futuro mucho más abierto a la experimentación e innovación.
EL GUARDIÁN DEL WHISKY EN MÉXICO
Alejandro Millán es un apasionado del whisky. Comenzó su carrera hace más de 13 años, en los cuales ha participado y ganado varias competencias, entre ellas la global Chivas Masters Cocktail Competition 2016.
Recientemente recibió el nombramiento de Keeper of the Quaich, un título exclusivo —cuyo nombre alude a una copa tradicional del siglo XVII— que reconoce el compromiso sobresaliente de quienes trabajan con el whisky escocés. Actualmente, la sociedad tiene alrededor de 3,000 miembros y Millán fue el primer mexicano en obtenerlo.
¿Cómo y cuándo inició tu trayectoria en el mundo del whisky?
Tengo muchos años de degustar whisky. Como todos, empecé a probar whisky de todas partes: canadienses, irlandeses, escoceses, japoneses. Fue un camino muy largo. Hace más de seis años comencé a estudiar más a fondo su historia, a catar diferentes etiquetas, de países o procedencia. Ya después, el paladar te va llevando al perfil que te gusta. Cuando comencé a probar diferentes expresiones del whisky escocés me di cuenta de que hay un mundo vasto. Hay para todo. Desde hace varios años soy embajador de marcas para Pernod Ricard, de whisky escocés, y hace poco fui nombrado Keeper of the Quaich.
¿Cuáles son los principales mitos alrededor del whisky?
El primer mito es que solemos asociar la mejor calidad del whisky con mayor tiempo de añejamiento. En realidad no hay una añada ideal para un whisky, eso es un hecho. El segundo es que no existe manera correcta de tomar un whisky, sino que hay que encontrar la ocasión correcta para tomarlo. Y el tercer mito es que se asocia con una bebida para gente mayor, cuando en realidad es muy versátil. El Chivas 12, por ejemplo, lo puedes combinar con jugo de arándano. Sólo hay que perderle el miedo a la categoría.
¿Nos compartes tus recomendaciones para primerizos del whisky?
Para mí sería iniciar el viaje con lo más ligero hasta terminar con lo complejo, es decir, de un whisky ligero de las tierras bajas, afrutados y ligeros, a uno más robusto de las islas, más ahumados, y con mayor concentración alcohólica. Sin embargo, la mejor recomendación es probar todos los estilos: el paladar solito nos va a decir.
¿Cuáles son tus maridajes favoritos con Chivas Extra 13?
Es un whisky diferente, pero también muy versátil. Va muy bien con la cocina mexicana tradicional, pero para mí funciona mejor con pescados y mariscos. Con cocina fresca y preparaciones frías. Para mí es un whisky de aperitivo, que hay que tomar antes de la comida, o bien, durante la comida, pero ya mezclado, en un coctel. Además, tiene la versatilidad de degustarlo solo, en las rocas o en un high ball, con agua gasificada y un twist de toronja, que resalta sus notas cítricas y complementa la parte afrutada. En Chivas tenemos como estandarte tres cocteles: Chivas-rita —la base de un margarita en el que sólo sustituimos por Chivas Extra 13, selectivamente terminado en barricas de tequila—, paloma y batanga. En estos tres cocteles funciona fenomenal.
¿Cuál es tu coctel con whisky favorito, ese que nunca falla?
Para mí el que nunca falla es el boulevardier. Sencillo, base clásica, tres ingredientes: whisky, amargo italiano, vermut y cáscara de naranja. Nunca falla porque es simple, porque lo puedes tomar después de mediodía. En realidad no importa cuál es el whisky que vas a tomar, sólo hay que comprenderlos. Todos tienen perfiles diferentes que se adecúan a la coctelería. El Chivas 12 Años, por ejemplo, es para cocteles frescos con fruta. El 13 es más para coctelería mexicana, mientras que el 18 tiene un perfil más clásico, va bien para un boulevardier.