Desde las fértiles tierras de España hasta las vibrantes mesas de México, El Teruel ha tejido una historia de sabor, tradición e innovación a través de su distinguida selección de conservas premium. Esta marca, emblemática de la riqueza gastronómica española, encuentra en México un hogar donde sus productos son valorados y apreciados por su calidad excepcional y autenticidad.
El Teruel nace de la pasión por preservar y compartir la riqueza gastronómica de España, seleccionando cuidadosamente sus productos de las comarcas con reputación histórica en la producción y elaboración alimentaria. Cada producto cuenta una historia, desde las aceitunas de Sevilla hasta el atún blanco del País Vasco, pasando por los espárragos blancos de Navarra y la mermelada de fresa de Murcia.
La selección rigurosa de ingredientes y el compromiso con la calidad son los pilares sobre los que El Teruel construye su excelencia. Por ejemplo, el melocotón en almíbar se presenta como una auténtica joya gastronómica. Cuidadosamente seleccionados en su punto óptimo de maduración, estos melocotones son conservados en un almíbar ligero que realza su sabor natural y su dulzura. No solo capturan la esencia del verano español en cada bocado, sino que también ofrecen una versatilidad culinaria impresionante, siendo el acompañante perfecto tanto para postres como para cocteles.
La mermelada de fresa, por su lado, es una celebración de la sencillez y la riqueza de los campos españoles. Con cada frasco, logra encapsular el aroma y el sabor intenso de las fresas frescas, ofreciendo una textura perfecta que es ideal para desayunos, postres o como un exquisito toque gourmet en quesos y patés.
Los mini corazones de alcachofa en aceite y los espárragos, tanto blancos como verdes trigueros, continúan esta tradición de excelencia. Los primeros, tiernos y llenos de sabor, son un testimonio de la habilidad de El Teruel para preservar la textura y el gusto natural del vegetal, mientras que los espárragos, ofrecen una experiencia gustativa que varía desde la suavidad y delicadeza de los blancos hasta la intensidad y el carácter distintivo de los verdes trigueiros.
