El boom de las cervezas artesanales es… justo ahora. Las pequeñas cervecerías, además de recuperar técnicas de diferentes latitudes, son más minuciosas en su producción y en la selección de sus ingredientes. El resultado es una explosión de creatividad —y espuma— y un sinnúmero de variedades experimentales que hay que probar. ¿Por dónde empezar? Aquí te decimos.
JABALÍ
Una cerveza que gusta por su esencia irreverente, lo que se nota desde su botella fuera de lo común. Las tres variedades de Jabalí invitan a explorar un aspecto diferente de la tradición cervecera, de la comida mexicana e incluso de uno mismo. La Salvajita es el verano en una botella: la más ligera y fresca, ideal para acompañar mariscos. La Hellesbock, aunque clara, sube el nivel con un toque especiado que combina espectacular con pollo frito. La Bock es la cara más desenfadada de Jabalí, una cerveza oscura, de sabores tostados y un ligero dulzor que exige un buen plato de cabrito o una parrillada.
DOÑA CHELA
Esta marca, exclusiva de Bodegas Alianza, viene directamente de la cervecería artesanal independiente Fortuna. Doña Chela Blonde Ale tiene un intenso color dorado, y mezcla la frescura de la malta y el lúpulo con toques cítricos y frutales. Es una cerveza equilibrada, fácil de beber y combinar. Los maridajes más logrados incluyen desde hamburguesas y alitas —lo que la hace la perfecta cerveza de domingo relax— hasta platos más elaborados de comida mexicana, sushi, pastas y quesos. El más reciente lanzamiento, la cerveza Doña Chela Ámbar, es una razón para celebrar.
TEMPUS
De entre las cervezas mexicanas de producción artesanal, Tempus es una de las más reconocidas y queridas. Tienen cinco variedades: Tempus Dorada, Alt Clásica, Reserva Especial, Cream Stout y Doble Malta, todas muy singulares, difíciles de comparar con otras en el mercado y nada tímidas. La cerveza Tempus Doble Malta, por ejemplo, es una Altbier Imperial robusta de sólido color caramelo. Su sabor ligeramente amargo e intensa personalidad la convierten en la compañera ideal de platos complejos y especiados de la gastronomía mexicana como el mole o las carnitas.
