En el corazón palpitante de la ciudad, donde los rascacielos rozan las nubes y la vida nunca se detiene, nace una experiencia que une la tranquilidad del campo con la energía de la metrópoli: Licores Teruel. Esta marca, que ha sembrado sus raíces y marca la esencia de la dualidad de dos mundos, trae a la mesa una paleta de sabores que evocan la pureza y la intensidad de ambas vidas.
La historia de Licores Teruel se gestó durante un viaje que llevó a un grupo de apasionados a las afueras de la ciudad. Allí, rodeados de la abundante naturaleza, se inspiraron en los frutos frescos que cautivaron sus sentidos. Esta epifanía se fusionó con la vida urbana, dando vida a Licores Teruel como un puente entre estos dos mundos.
Cada botella de Licores Teruel es un testimonio de la meticulosidad: desde la selección de los frutos más exquisitos hasta la destilación, donde la innovación se une a la tradición. La gama de sabores, que incluye la dulzura de la fresa, la profundidad del café y la exótica viveza del curaçao azul, está a punto de expandirse con nuevas ofertas que prometen ser igual de cautivadoras.