Cuando la comida del mar es fresca, se le saca todo el provecho y se le honra sirviéndola con pocos elementos que realcen sus características, que no las opaquen. Mohamed Mazeh y Alfonso Coronado, chefs de Mojama Oyster Bar, lo tienen muy claro y buscan que los comensales disfruten de pescados, conchas, crustáceos y otros animales marinos de calidad y de temporada bajo la premisa de que menos, es más.
En su concepto mediterráneo, al sur de la Ciudad de México, esto se pone en práctica con éxito. Mojama Oyster Bar es un proyecto que no nació de la noche a la mañana: llevaba seis años en incubación y abrió en octubre de 2020. Mohamed dice: “Al final ha sido una experiencia, aunque sí es muy difícil, dolorosa, laboriosa… Pasaba muchas horas sin dormir. Como industria, la pandemia nos dejó una gran escuela: nos enseñó a tener más sacrificio y más dedicación hacia ti, hacia el comensal y hacia el mercado gastronómico en general.
Nuestros proveedores tuvieron la misma paciencia. Los que quedamos de pie nos aplaudiremos porque fueron muchos los afectados y es un ramo complejo”. Alfonso Coronado cree que la lección es que hay que ser más humanos y que se necesita una unión más grande porque pocos pudieron salir adelante. “Somos bendecidos los que tenemos trabajo estable, familia completa…”, añade.
El esfuerzo por abrir el restaurante a pesar de la situación que vivimos es un reflejo de lo que identifica a este proyecto: la perseverancia. Mojama dio empleo a 200 personas que, como muchas, se vieron afectadas durante el año pasado y, con el ímpetu que los caracteriza, abrirá más espacios pronto: salones privados, una tienda gourmet y un deli, además de una cava especial y surtida.
Mojama Oyster Bar tiene grandes ventajas respecto a otros lugares, ya que el restaurante es amplio, de techos altos, hay mesas al aire libre, ventilación correcta y sobre todo el cuidado de cada detalle que te hace sentir seguro mientras disfrutas de sus delicias mediterráneas y un buen ambiente.
